A...los que esperan...en el caso mío...sólo asesoro...¿y a vos?...¿quién te asesora?...
Pero, cómo y en el caso mío...no tengo temores, y en realidad quiero ganar...en expresividad...las palabras que faltan, en esta magnífica porción literaria lunfa, del "Doc" Alposta...son las conocidas por todos...y todas...y es, "cagarse en las patas", o también, un "soberano cagazo"...pero, esto no tiene nada que ver, con el extraordinario discurso dado por el "Maestro" Fontanarrosa, sobre la palabra "mielda"...el miedo, el miedo profundo, da como resultado, la efervescencia de un liquido amarronado, poco viscoso, y sumamente caliente, de nuestra descarga intestinal...que la mayoría de las veces dominamos...otras no...llega a la juntura de las nalgas, o tal vez , hasta el principio de los talones...y es, efectivamente, cuando nos acucia el miedo, que golpea, insistiendo, constantemente, al portal del "curciento"...y transpiramos con frío...
Esto es lo que me sucede, a veces...con fotos como esta...
El lugar, es ex-profeso...ya que espero, la autorización para colocarla...pero, con ello...los problemas...y nadie quiere problemas...¿no es cierto?...
¿conocés el rincón de las ánimas?...qué vas a conocer...
resulta que el tipo se puso a medir las levas...
y pasó lo que tenía que pasar...veamos...veamos en letras...en un aporteñado menjunge de palabras...no mías, sino de Luis Alposta...un profesional de la salud...pero, antes, un "profe" del lunfa...se trata del Miedo...
Miedo es la perturbación angustiosa de nuestro
ánimo por un riesgo o mal que realmente habrá de ocurrir o que imaginamos.
Miedo es el recelo o la aprensión que sentimos frente a la certeza o
posibilidad de que nos suceda algo contrario a lo que deseamos. Quinto Curcio, uno de los
primeros biógrafos de Alejandro,
decía que el miedo se horroriza de todo, hasta de aquello que pudiera
socorrerle. Es lo que, cuando éramos pibes, llamábamos cuiqui o chucho,
muy lejos de saber, entonces, que esta última palabra la heredamos del quichua.
El susto, en cambio, es la impresión repentina
causada en el ánimo por una sorpresa o por el mismo miedo. Y el julepe, palabra de origen persa
que, arabizada, significa agua de rosas, y que, también, designa un determinado
juego de naipes, entre nosotros es un término que está más cerca del susto que
del miedo.
Tener miedo es tener jabón, y no precisamente para
bañarse; pegarse un susto o pegarse
un julepe es también pegarse
un jabón; si al miedo o al
jabón se le suma el espanto hablamos de pavura. Y si la pavura pasa súbitamente
y sin fundamento a ser terror generalizado es entonces cuando se escucha pedir
a gritos que no cunda el pánico.
Hay otra palabra que mucho tiene que ver con
la fisiología que, también, alude al susto y al miedo. Y si no la digo es
porque sé que, en determinadas circunstancias, lo que se puede ganar en
expresividad se pierde en decoro.
Pero, cómo y en el caso mío...no tengo temores, y en realidad quiero ganar...en expresividad...las palabras que faltan, en esta magnífica porción literaria lunfa, del "Doc" Alposta...son las conocidas por todos...y todas...y es, "cagarse en las patas", o también, un "soberano cagazo"...pero, esto no tiene nada que ver, con el extraordinario discurso dado por el "Maestro" Fontanarrosa, sobre la palabra "mielda"...el miedo, el miedo profundo, da como resultado, la efervescencia de un liquido amarronado, poco viscoso, y sumamente caliente, de nuestra descarga intestinal...que la mayoría de las veces dominamos...otras no...llega a la juntura de las nalgas, o tal vez , hasta el principio de los talones...y es, efectivamente, cuando nos acucia el miedo, que golpea, insistiendo, constantemente, al portal del "curciento"...y transpiramos con frío...
Esto es lo que me sucede, a veces...con fotos como esta...
El lugar, es ex-profeso...ya que espero, la autorización para colocarla...pero, con ello...los problemas...y nadie quiere problemas...¿no es cierto?...
por ejemplo...válvulas de oro...
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