Al estudiante de Física del Poniente...

Este es, amigo...el dibujito que me pidió...un esquema del péndulo...péndulo simple, si vamos al caso...este dibujito lo tuve que usar hace muy poco, con algo que se llama cigüeñal, que a su vez, es parte de una máquina endotérmica...por eso, mi amigo, Ud. lo tiene que estudiar...en realidad, es una pelotita que al impulsarla...digamos...hacia allá...va, hasta dónde alcanza una piola en la que está sujeta, retorna, se acerca al lugar desde dónde salió y sigue de largo, hacia el otro lado, y repite el mismo camino unas cuantas veces...hasta que vino un sabio llamado Foucault...el tipo, descubrió que la pelotita no repetía los mismos caminos y se armó la discusión...pero más tarde, un tipo que pensaba...(los que piensan traen unos despelotes bárbaros, mi amigo, consejo, no piense...estudie primero...y después piense), y cómo los que piensan, con tal de no perder los pensamientos, escriben...escribió algo...un fragmento, es este...

“En el mundo están los cretinos, los imbéciles, los estúpidos y los locos. (…) El cretino ni siquiera habla, babea, es espástico. Se aplasta el helado contra la frente, no puede ni coordinar los movimientos. Entra en la puerta giratoria por el lado opuesto. (…)

Ser imbécil es ya más complicado. Es un comportamiento social. El imbécil es el que habla siempre fuera del vaso (…). O si prefiere es el que siempre mete la pata, el que le pregunta cómo está su bella esposa al individuo que acaba de ser abandonado por la mujer (…). El imbécil está muy solicitado, sobre todo en las reuniones mundanas. Incomoda a todos pero les proporciona temas de conversación. (…)

El estúpido no se equivoca de comportamiento. Se equivoca de razonamiento. Es el que dice que todos los perros son animales domésticos y todos los perros ladran, pero que también los gatos son animales domésticos y por lo tanto ladran (…). Se publican muchos libros escritos por estúpidos, porque a primera vista son muy convincentes (…).


(El loco) es un estúpido que no conoce los subterfugios. El estúpido trata de demostrar su tesis, tiene una lógica, cojeante, pero lógica es. En cambio, el loco no se preocupa por tener una lógica, avanza por cortocircuitos. Para él, todo demuestra todo. Al loco se le reconoce porque se salta la torera obligación de probar lo que se dice; porque siempre está dispuesto a recibir revelaciones. Y le parecerá extraño, tarde o temprano el loco saca a relucir a los templarios.”

 "El péndulo de Foucault" de Umberto Ecco

Cuando escuche la timbrada para salir del aula...acuérdese del péndulo.