Al...te lo dije...
tanta festichola, techista...te dije que vamos lento...
la contra, ya va por...
el alerón...mirá que falta un mes...
Si mejor que dedique mi tiempo, a cosas culturosas, Pancho...
una vez puse en este blog, lo de Cortázar y su instrucciones de cómo había que usar la escalera...bueno prestá atención...
En un lugar de la bibliografía
del que no quiero acordarme, se explicó alguna vez que hay escaleras para subir
y escaleras para bajar; lo que no se dijo entonces es que también puede haber
escaleras para ir hacia atrás. Los usuarios de estos útiles artefactos
comprenderán, sin excesivo esfuerzo, que cualquier escalera va hacia atrás si
uno la sube de espaldas, pero lo que en esos casos está por verse es el
resultado de tan insólito proceso. Hágase la prueba con cualquier escalera
exterior. Vencido el primer sentimiento de incomodidad e incluso de vértigo, se
descubrirá a cada peldaño un nuevo ámbito que, si bien forma parte del ámbito
del peldaño precedente, al mismo tiempo lo corrige, lo critica y lo ensancha.
Piénsese que muy poco antes, la última vez que se había trepado en la forma
usual por esa escalera, el mundo de atrás quedaba abolido por la escalera
misma, su hipnótica sucesión de peldaños; en cambio, bastará subirla de
espaldas para que un horizonte limitado al comienzo por la tapia del jardín,
salte ahora hasta el campito de los Peñaloza, abarque luego el molino de la Turca , estalle en los álamos
del cementerio y, con un poco de suerte, llegue hasta el horizonte de verdad,
el de la definición que nos enseñaba la señorita de tercer grado. ¿Y el cielo?
¿Y las nubes? Cuéntelas cuando esté en lo más alto, bébase el cielo que le cae
en plena cara desde su inmenso embudo. A lo mejor después, cuando gire en
redondo y entre en el piso alto de su casa, en su vida doméstica y diaria,
comprenderá que también allí había que mirar muchas cosas en esa forma…
Quizás este chiflado tenía razón, cuando uno sube una escalera, piensa que adelanta...sin embargo, retrocede...
No hay comentarios:
Publicar un comentario