Los desteñidos colores de la fotografía pertenecen a Adrián Franza, que en 1980 experimentaba los primeros colores de calidad elemental.
El individuo que aparece en primer plano es ROD, manejando un Ladi original, hecho por Ladi y comprado a Ladi y que funcionaba como un Ladi, con los problemas del Ladi, que según Ladi era porque el Ladi no estaba construído para correr en potreros (de los funes). Aquí es Pontevedra, provincia de Buenos Aires, cuyo piso era polvo de ladrillos (sin ladrillos) de aceptables condiciones siempre y cuando no lloviera. Si el día era de sol fuerte, la tierra en vez de estar pegada al suelo, simplemente volaba, con lo que ello significaba.
Los participantes de las nuevas generaciones, ya sea de mecánicos o pilotos, o familiares también, ni siquiera imaginan, lo que todo aquello significaba. Treinta años quizás para algunos no signifique mucho, pero para el que esto escribe, ver aparecer un mensaje de Ladi...
En la foto tapado por el verdiblanco Zanella, Rubén Guerrero porfiando la curva con el bombeador Gilera 200, preparado por el tano manyabrócoli tabladense de siempre, más atrás aparece un chico llamado Mancini, el gordo Cerutti con el Honda bici y más luego en los espejos no divisaban más que la memoria...cuando la tierra volaba no se manejaba sino con la memoria.
El Zanella 5, empezaba a mostrar las uñas, era un flapero hecho por otro tano, uno verdadero, era Roberto Fattorini...los pétalos del flaper eran de chapa y era en la época que se empezaba con los Motoplat de verdad. Los tiempos eran difíciles...como hoy. Veremos más de Ladi...y la polémica...¿Empezamos?...