Para que veas bien, chichipío...es un "maestro del lunfa"...un maestro de los tantos que tuve...pero vos, antes "de meter el perro", fijate si no es ruso o pequinés

Al Doc. Luis Alposta...

ACERCA DEL PERRO

Julio Mafud es quien nos recuerda que ni el indio ni el gaucho han sido amigos de los perros. Los indios los consideraban habitantes extraños en sus tolderías y, sin contemplación alguna, solían descargar sobre sus lomos toda su violencia. Lucio V. Mansilla en su Excursión a los Indios Ranqueles, nos dice: “Lo tratan con la mayor dureza; el que no está lleno de chichones tiene alguna cicatriz agusanada.”  

Y esa negatividad es la que quedará en el lenguaje popular. Por eso decimos “andar más solo que un perro”; estar con un “humor de perros”; “llevar una vida de perro” o, con mayor énfasis, decir: “¡Suerte perra la mía!” 

Otra frase expresiva, y en la que el rechazo es más evidente, es la que dice: “A mí no me van a meter el perro”. 

El perro, como símbolo negativo, alcanza también a la mujer. Y en tren de buscar un ejemplo recurro al tango, donde automáticamente aparece aquel verso propio de una crónica policial: “trenzó sus manos en el cogote de aquella perra, como hago yo.” 

Pero... como en biblioteca de abogado, podemos encontrar también la otra versión. La del porteño que con un tono de admiración nos habla del rope, recurriendo al vesre con la intención de magnificar cualidades y afectos , en la misma forma en que lo hace cuando nos habla del gomía o del troesma. 

Y desvirtuando el sentido de la frase “llevar una vida de perro”, acuden ahora los memorables versos de Cadícamo: “Tenés un galgo ruso que no es pa’ liebre, y se pasa una vida fenomenal. / Te juro que al pensarlo me cacha fiebre, y ¡qué lindo sería ser animal!” 

El Doc, se me convirtió en un blogger tanguero...del dos por cuatro, al wachiturro...
Jefe...que Alposta sepa lo que es "meter el perro", vaya y pase...es un tanguero de ley...pero usted, Jefe...Usted, Jefe...¿el año pasado no era el que paseaba el "perrito pequinés?...que pasó, Jefe...
En cuanto al decir de Julio Mafud, escritor e imprentero  (si quiere leer Jefe, lea "Psicología de la viveza criolla", y para usted también, señora, va el envite...), y desde luego, a lo que escribió el descendiente de Rosas (sobrino nieto)...están un poco equivocados sobre los perros, además de cómo los indios domaban sus caballos...en cuanto a los perros, los "usaban" de "alerta al huinca"...tal cual, hoy en día se usan en infinitos lugares del mundo, respecto a los malandrines de turno...ya sea los indios, como el "crestiano", tenían sus propias formas de domesticar al cimarrón...¿Quieren que hable de cómo domaba el indio su tropa?...¿o de qué manera se la morfaba?...
Pero, Jefe...este es un blog de Fórmula 5...los "perros" y los "cimarrones", a mi manera de ver, se doman de otra forma...y llevan un poquito más de tiempo y "observancia"...


N del P: (Muchachos escritores...el único que "ostentó" el apellido Rosas, fué precisamente Juan Manuel...y precisamente, Mansilla lo aclara en "Rozas"...después la parentela se apropió del nombre famoso, como siempre pasa...y escribo esto, cada vez que hablo del "Juancito"...es mi promesa de antaño...)
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Y contestando de paso, a comentarios terenses vertidos en retro...acaso, el tero...esa avecilla zancuda...de los campos bonaerenses...¿no es un ave "guardiana"?...Jefe...Jefe...use las metáforas un poco mejor...

Los retruécanos políticos que aparecen en los diarios...dejeselos a los políticos...Jefe.

Mire...prefiero ser tero y no pato, como dice el vate en la tonada, usted, ya sabe...por la metáfora del pato, vió...ahí sí, que calza justito, justito...pero, a más, una pregunta ¿por donde anda?...¿Usted, es de recorrer el salón de los "pasos perdidos", no?...